Es muy importante que las empresas cuenten con un Plan de cuentas. De utilizar uno, podrán elaborar estados financieros más sinceros y reales, y que permitirán reflejar de manera más precisa la situación económica de la empresa.
Muchos creen que confeccionar un Plan de cuentas, es sumamente complejo. Esto no es así.
Para poder confeccionar un Plan de cuentas, es necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:
A través del mismo, la empresa logra separar y agrupar de manera correcta, los diferentes bienes o servicios de la empresa. De esta forma, termina de determinar si los mismos forman parte del activo o del pasivo de la empresa.
El primer paso que se debe realizar, es seleccionar aquellas cuentas que conforman el patrimonio neto de la empresa, y separarlas del balance de resultados.
Una vez hecho esto, se deberán delimitar todas las cuentas a través de series de números y de la siguiente manera:
Para lograr confeccionar informes completos y eficientes, las empresas pueden seguir una serie de reglas denominadas, Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados.
Son catorce en total y son los siguientes:
Este principio apunta a que las empresas brinden información contable que sea confiable y real. Tiene como bases a la imparcialidad y la justicia.
A través de este principio se busca que el patrimonio perteneciente a la empresa, se independice y pase a ser de un tercero. De esta forma, el tercero pasa a ser quien debe rendir las cuentas.
Este principio establece que, dentro de una empresa, cualquier bien del cual dispongan deberá tener una tasación real de su valor. No importa de qué bien estemos hablando.
Este principio permite comparar de manera más sencilla los datos de la empresa. Además, establece una moneda preferencial para la tasación de los bienes.
Este principio se basa en que todas las empresas deben estar vigentes y tener en mente una proyección y plan a futuro. Esto permite asegurar la continuidad de la empresa a lo largo de los años.
A través de este principio, se podrá detallar de manera más precisa el valor del patrimonio de la empresa. Es el criterio más importante dentro de la evaluación.
A través de este principio, la empresa va dividiendo sus ejercicios en el afán de medir de manera más precisa, la situación económica de la misma.
Es el principio que permite determinar con precisión, en donde deberán registrarse los ingresos y egresos de dinero. Toma en cuenta todas las transacciones realizadas al día de la fecha.
Este principio le otorga a la empresa, la posibilidad de determinar los activos, pasivos y patrimonio neto dentro del registro, de la manera más objetiva posible. Se deberá definir una moneda determinada para los registros.
Establece que solamente cuando se dispongan de todos los resultados económicos, se podrá proceder al análisis de los mismos. Si no se realiza de esta manera, el efecto no será el mismo.
Este principio establece que, ante dos tipos de montos, se deberá elegir aquel que sea de menor valor o que presenten una rentabilidad menor.
Este principio establece que, aquellos criterios que ya hayan sido elaborados, deberán permanecer siempre y cuando las circunstancias que dieron lugar a estos, se mantengan igual.
Establece que las empresas deben ser lo más prácticas posibles cuando cuantifiquen el patrimonio neto y detallen sus estados contables.
Este principio indica que todos los estados financieros confeccionados, deben ser de fácil comprensión para el usuario que vaya a interpretarlos.
El hecho de contar con un Plan de cuentas preciso y efectivo, puede aportar una gran cantidad de beneficios a la misma:
Mantiene en orden, todos los impuestos con los que debe cumplir la empresa.