Domiciliación bancaria

Se puede realizar la Domiciliación bancaria para el pago de servicios de electricidad, o cualquier otro servicio, suscripciones a diarios o revistas y pago de préstamos.

En el entorno empresarial, la Domiciliación bancaria es muy útil para el pago de recibos y otras operaciones periódicas.

De esa forma, el banco procede a descontar de la cuenta del cliente el monto correspondiente a cada recibo una vez que es notificado.

Condiciones de la Domiciliación bancaria

Esta operación requiere de los siguientes elementos para concretarse:

• El cliente debe tener una cuenta en el banco desde donde se realizarán los descuentos.
• Debe existir una orden expresa por parte del cliente para realizar los pagos.
• El banco debe disponer de todos los datos del cliente.
• Cada pago se efectúa previa recepción del recibo correspondiente, emitido por un acreedor.
• El cliente debe tener los fondos suficientes en su cuenta para que se realice el descuento de forma automática.

Gracias a la Domiciliación bancaria se pueden gestionar cientos o miles de recibos en muy pocos segundos. Sólo que involucra anticipos de ningún tipo.

Ahora bien, las partes o componentes involucrados en este proceso son los siguientes:

• Un ordenante: Es la persona u organización que emite las órdenes de pago.
• Un cliente: Es aquél a quien se le realizará el descuento en su cuenta bancaria.
• Adeudo: Se refiere a la cantidad debitada en la cuenta.

Características de la Domiciliación bancaria

Este tipo de procesos se suele emplear cuando se contratan servicios por suscripción o siempre que se realizan pagos periódicos. 

Brinda mucha comodidad y evita diligencias en los bancos.

La Domiciliación bancaria permite, además, evitar deudas por descuido u olvido involuntario.

También permite el pago de tributos o impuestos sin importar la frecuencia. Las agencias tributarias son las más interesadas en recibir los pagos y por eso la Domiciliación bancaria es su mejor aliado. 

Proceso para concretarla

Para realizar una Domiciliación en cualquier banco, sólo debemos realizar unos simples pasos por Internet:

1. Se debe domiciliar un recibo correspondiente a servicios u otros pagos.
2. Se autoriza a la entidad bancaria para realizar débitos en la cuenta, mediante una orden de domiciliación.
3. Se espera a que llegue al banco un recibo de pago para efectuar el débito.

Si se desea cancelar el proceso de Domiciliación bancaria se puede realizar, de igual forma, mediante un trámite en línea (Internet). 

Sin embargo, cada entidad puede tener sus propias exigencias.